El presente construido mano a mano

Niños, niñas y jóvenes de la zona este de Logroño embellecen la plaza sin nombre con dibujos pintados a mano y mensajes positivos que llenan de color uno de los espacios públicos más utilizados por el vecindario como zona de ocio y relación entre diversas culturas.

El proyecto de menores de los barrios San José Y Madre de Dios dinamizaron esta actividad que pretende reforzar la identidad de los lugares donde se convive. La vivencia de este bonito proceso que culminó con la decoración de la plaza entre quienes más la utilizan, nos la deja escrita nuestro compañero Alfonso (mil gracias):

“Tras el proceso comunitario impulsado por el ICI en la plaza Rafael Azcona y enmarcado dentro de Espacios Públicos para la Convivencia, desde el propio proyecto, apostamos esta vez por seguir convirtiendo los parques y plazas del barrio en lugares más habitables. Así, mientras finalizábamos el mural bajo el lema “Orgullo de barrio”, no fueron pocos los niños, niñas y jóvenes participantes de nuestro local y al mismo tiempo habitantes habituales de la plaza en horario de tarde tras la salida de los centros educativos, los que nos realizaron la demanda de seguir decorando una plaza cada vez más deteriorada por buenas razones, léase balonazos o el constante sol que deja de apetecer entrada la época estival.

Para seguir reforzando el sentimiento de identidad, si en el mural vecino se hacía hincapié en la importancia del arraigo y todo lo que ello implica, en el que en ese momento teníamos entre manos, teníamos claro que debíamos poner el centro de atención en los niños, niñas y jóvenes, por ser ellos los que mayoritariamente dan vida a la plaza, haciendo suyo el lugar durante un largo tramo del día y siendo los protagonistas del lema. “Estas manos no son el futuro, son el presente.” Una reivindicación a la visión generalizada y constante de los niños y niñas como personas inacabadas, personas a medio hacer y no como parte activa de la sociedad. Son siempre el futuro, nunca el presente.

Y…, ¿por qué estas manos? La respuesta es fácil. El eje central del mural es un bosque, en el cuál cada copa de cada árbol está poblada de manos de colores, de las manos de todos aquellos que quisieron participar aquel día de Octubre. La preparación no fue tarea fácil. Lo primero, encontrar la manera de que todos los chavales que participan con asiduidad en nuestro proyecto se implicaran en su desarrollo. En este aspecto, ya teníamos bastante ganado pues, cuando una iniciativa sale de los que serán los protagonistas del resultado final del proceso, todo resulta más fácil.

Posteriormente, hubo que planificar el día, hacerlo coincidir con días sin lluvia y hacer correr la noticia como la pólvora por todo el barrio. Estuvimos acudiendo, durante los días anteriores al evento, a la salida del colegio Madre de Dios, siempre unos minutos antes de la aglomeración y algarabía que provocan las dos en punto, para charlar con los padres y madres e intentar involucrarlos de esta manera en nuestro propósito. Por último, gracias al Plan de Convivencia, conseguimos la plantilla para nuestro lema. Ya que el constructo del entorno puede ser un elemento facilitador o entorpecedor de nuestro bienestar, teníamos claro que los dibujos de la pared debían de ser sencillos y claros. Que transmitieran armonía y que fueran accesibles en su ejecución para los más pequeños pero que no desmerecieran a los más mayores tildándolo de niñería. A fin de cuentas, un mural en el que todos se sintieran representados.

Así, la participación fue alta, alrededor de 180 manos, lo que supone una media de unas 90 personas. Por allí pasaron personas de entre los cinco años en adelante y de todas las culturas que conviven en nuestro barrio. Fue una grata sorpresa ver la colaboración espontánea de madres de cultura pakistaní, ya que suelen tener una menor presencia en la participación pública debido a la complejidad de su situación dentro su cultura. Por otro lado, también hubo espacio para las discusiones entre madres e hijos por llevar la ropa manchada de pintura a casa pero os aseguro que todo aquello mereció la pena.

Si pincháis aquí podéis ver el proceso de creación del mural: https://www.instagram.com/p/B4AbVZHAra8/?utm_source=ig_web_copy_link

Queremos agradecer el apoyo constante del grupo de chicas mayores del local, gracias a ellas también conseguimos que, a las tres personas del equipo educativo, no se nos desbordara la situación acompañándonos en el proceso con la mejor predisposición posible. ¡Gracias! Así que ya sabéis, si queréis ver nuestra pequeña gran obra de arte, no dudéis en pasaros por la plaza Rafael Azcona… o por la plaza detrás de la biblio… o por el parque Nuevo o por la plaza Sin Nombre. Da igual el nombre que le queráis dar, lo importante es que se ha convertido en un lugar más habitable, donde los chavales seguirán viendo con orgullo sus manos cada vez más pequeñas en la pared mientras van creciendo. Recordarán este día. Y nosotros, que lo veamos.

P.D: Desde la finalización del mural, éste no ha recibido aún ningún atentado artístico como forma de desacuerdo o de venganza. Buen indicador de que lo que se hizo, fue hecho dentro de un buen proceso comunitario. El deterioro lleva al deterioro. El cuidado lleva a los cuidados. Qué paséis un gran día en nuestro barrio”.

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